Septoplastia en los niños
- draxeniamota
- 8 jul
- 3 Min. de lectura
¿Afecta la Septoplastia Infantil al Crecimiento Facial? Mitos, Evidencia y Realidad.
La obstruida de la respiración nasal es un problema común en niños y adolescentes, muchas veces causado por una desviación del tabique nasal, aunque también por rinitis alérgica, hipertrofia de cornetes y/o vegetaciones adenoideas.
Para corregir las deviaciones del tabique nasal una de las cirugías más utilizadas es la septoplastia. Sin embargo, aún existe cierto temor entre profesionales de la salud y padres respecto a si esta intervención podría afectar negativamente el crecimiento facial del niñ@. ¿Es un riesgo real o un mito persistente?
En este artículo te resumimos dos estudios clave que ayudan a responder esta pregunta desde distintas perspectivas:
¿Qué es la Septoplastia y por qué se realiza en niños?
La septoplastia es una cirugía que corrige las desviaciones del tabique nasal. En pediatría, suele hacerse cuando hay:
Obstrucción nasal severa que causa problemas respiratorios crónicos
Apnea del sueño
Boca abierta constante (respiración bucal)
Retrasos en el crecimiento facial normal
Aunque es una cirugía común en adultos, muchos cirujanos dudan en realizarla en niños por miedo a interferir con los centros de crecimiento de la nariz y la cara.
Lo que dice la evidencia científica
1. Revisión sistemática sobre septoplastia pediátrica (Calvo-Henríquez et al., 2020)
Este estudio analizó todos los trabajos relevantes publicados sobre el impacto de la septoplastia en niños menores de 17 años. Los investigadores evaluaron 8 estudios con un total de 261 pacientes.
Resultados clave:
Ningún estudio encontró alteraciones importantes en el crecimiento facial.
Se observaron cambios menores en la forma de la nariz (como el ángulo nasolabial o la longitud del dorso nasal), pero que pueden corregirse fácilmente con cirugía estética en el futuro.
Los estudios no son de alta calidad metodológica, por lo que se requiere más investigación.
Conclusión: La septoplastia no parece afectar negativamente al crecimiento facial si se realiza de forma conservadora y por profesionales capacitados. De hecho, dejar sin tratar una desviación del tabique podría empeorar el desarrollo facial a largo plazo.
2. Asimetría facial y nariz desviada (Hafezi et al., 2010)
Este estudio analizó más de 5,800 fotografías de pacientes con nariz desviada y encontró que el 74% también presentaban asimetría facial, especialmente del lado cóncavo de la desviación nasal.
¿Qué significa esto?
La desviación nasal no siempre es causada por traumatismos o cirugías: muchas veces, forma parte de una asimetría facial congénita o hereditaria.
La cirugía solo en la nariz no corrige la asimetría facial subyacente.
Esto es vital en la planificación quirúrgica, especialmente en rinoplastias estéticas.
Recomendación del estudio: antes de operar una nariz desviada, es fundamental evaluar la simetría general del rostro. Así se pueden evitar falsas expectativas o resultados estéticamente insatisfactorios.
¿Qué factores deben tener en cuenta padres y médicos?
Edad del paciente: La nariz sigue creciendo hasta los 16 años en niñas y 17 en niños. Lo ideal es hacer el seguimiento hasta después de ese punto si se opera antes.
Evaluación completa del rostro: No basta con ver la desviación nasal. Hay que analizar la simetría facial, la mordida, el patrón de crecimiento óseo y la historia familiar.
Técnica quirúrgica conservadora: Respetar los centros de crecimiento (áreas clave del cartílago nasal) es esencial. Cirujanos entrenados pueden realizarla sin afectar el desarrollo facial.
Beneficio-riesgo individual: Si un niño sufre alteraciones funcionales severas (ronquidos, infecciones frecuentes, apnea), la cirugía puede mejorar mucho su calidad de vida y desarrollo facial.
Conclusión: No temer, pero sí planificar
La evidencia científica actual indica que la septoplastia en niños no detiene el crecimiento facial si se realiza de forma adecuada. Más aún, tratar a tiempo la obstrucción nasal puede prevenir alteraciones en el desarrollo del rostro.
Eso sí, es crucial:
Evaluar bien cada caso.
Considerar la asimetría facial como un posible factor de fondo.
Realizar la cirugía con técnicas conservadoras.
Acompañar con seguimiento a largo plazo.
No se trata de evitar la cirugía por miedo, sino de hacerla bien, en el momento adecuado y con una visión global del rostro y la salud del paciente.
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