La laringectomía total sigue siendo uno de los tratamientos de elección para el carcinoma laríngeo avanzado(1–3), junto al protocolo de conservación de órganos con quimioterapia y/o radioterapia(4). Sin embargo, esta técnica quirúrgica supone un gran impacto funcional, psicológico y psicosocial en los pacientes, siendo la pérdida de la voz una de sus secuelas más traumáticas(5,6). De hecho, los pacientes laringectomizados pueden sufrir trastornos adaptativos asociados a la carga emocional de la enfermedad, cuya aparición es más frecuente durante la rehabilitación comunicativa(7).
La rehabilitación fonatoria tras la laringectomía busca brindar un método útil que compense la ausencia de la laringe y que proporcione una forma sencilla de comunicación(2,8). Actualmente esta rehabilitación se puede realizar con un dispositivo de electrolaringe, con voz erigmofónica o por medio de una fístula traqueoesofágica(3,5). Aunque no existe consenso, se considera que la fístula traqueoesofágica es el método más útil para la rehabilitación de la voz en el paciente laringectomizado total(1,9–11). Sus tasas de éxitos son del 40-90%(12), y los parámetros acústicos de la voz traqueoesofágica se asemejan más a la voz laríngea normal que la erigmofonía(3), ya que existe un mayor reservorio de aire(5,13). La fístula permite el paso de aire desde la tráquea al esófago, provocando la vibración del segmento faringo-esofágico, para posteriormente ser modulado por los órganos resonadores3.
Sin embargo, uno de los principales inconvenientes de las prótesis es la variabilidad en su tiempo de vida útil(13), además de las complicaciones derivadas de su uso, como las fístulas periprotésicas, caídas, aparición de reacciones de cuerpo extraño como granulomas, y otras como la colonización por hongos o las extrusiones(10). No obstante, no se han descrito contraindicaciones absolutas para la colocación de las mismas, aunque los pacientes deben tener unas condiciones físicas mínimas que garanticen su correcto uso, como asumir el esfuerzo y los cuidados que conllevan su cuidado, una visión adecuada, capacidad para ocluir el estoma y capacidad pulmonar suficiente (10,14).
La rehabilitación vocal de pacientes laringectomizados mediante punción traqueoesofágica es uno de los métodos más efectivos y con resultados superiores a la erigmofonía. Sin embargo, conlleva algunas complicaciones que exigen un seguimiento estrecho de los pacientes. En la mayoría de las ocasiones estas complicaciones pueden resolverse de forma sencilla en la consulta.
Referencias
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2. Díaz de Cerio Canduela P, Arán González I, Barberá Durban R, Sistiaga Suárez A, Tobed Secall M, Parente Arias PL. Rehabilitación del paciente laringectomizado. Recomendaciones de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello. Acta Otorrinolaringológica Esp. 2019;70(3):169-174.
3. Klein-Rodríguez A, Cabo-Varela I, Vázquez de la Iglesia F. Acoustic Characterization of the Voice With a Tracheoesophageal Speech in Laryngectomized Patients. Similarities and Differences With the Laryngeal Voice. J Voice. Published online January 7, 2021.
4. Costa JM, López M, García J, León X, Quer M. Impacto de la laringectomía total en la situación laboral. Acta Otorrinolaringológica Esp. 2018;69(2):74-79.
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6. Del Río Valeiras M, Martín Martín C, Pérez-Carro Ríos A, et al. Estudio de posibles factores que influyen en la rehabilitación del laringuectomizado total mediante voz esofágica. Acta Otorrinolaringológica Esp. 2002;53(6):413-417.
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